Esta vez no no vamos a detener ni en la historia, ni en anécdotas, ni nada. Hoy vamos a comer, rápido y sabroso. Otro día hablaremos del por qué en Argentina vemos tanto estas delicias. Pero será otro día. ¡A veces uno sólo quiere comer! Preparar empanadas árabes es mucho más sencillo que preparar nuestras empanadas criollas. Por ejemplo, las que vamos a preparar hoy sólo requieren que cortemos cebollas. No llegás ni a contar hasta diez. Segundo, la pre cocción de la carne se realiza sólo con limón, traduciéndose en una sartén menos que limpiar. Perfecto.
Así que enumeremos ingredientes:
1. Carne picada (adecuada a la cantidad que desees preparar, con muy poca grasa)
2. Cebolla (unos 3/4 de la cantidad de carne que prepares)
3. Limones
4. Especias: (las necesarias) Preferentemente pimientas variadas y ají molido. Y sal, por supuesto.
5. Masa para empanadas (de horno, únicamente de horno, cero hojaldre, hoy no amasamos)
Te preguntarás: ¡¿Que paso con la receta?! Nada de nada. La cocina es para divertirse y experimentar. Prepará la cantidad que quieras, como quieras, más cebolla, menos cebolla, más o menos condimentos, pero experimentá, hacelo a tu gusto, a menos que tengas un tío turco (sea sirio, sea libanes, en Argentina son turcos, de por allá), en ese caso pedile su consejo para que no se enoje. Algunos le ponen menta, tomates, morrones, una mezcla de condimentos específica llamada Siete Especias, etc. En este caso, vamos a la base, a reconocer de qué se trata. Y además rápido. Comencemos a preparar el fatay.
Cortas la cebolla en cubos, las incorporás a la carne junto con las especias, mezclás todo muy bien, como si lo amasaras, y mientras tanto agregas jugo de limones, 1 limón cada medio kilo de carne. Esto sí es importante porque el jugo de limón realiza la precocción de la carne y tiene que haber suficiente. Una vez que mezcles todos los ingredientes, lo dejás reposar en la heladera durante al menos media hora. Cuando vuelvas a ver la carne, vas a notar que cambió su color de rosado, al gris característico de la carne cuando comienza a cocerse. Ahora colocás una bolita de relleno sobre el disco de empanada, lo aplastás un poco y lo cerrás en triángulo, llevando los bordes hacia el centro y dejando un hueco por el que se vea el relleno. Apretá bien las puntas para que no escurran. Las vas colocando en una fuente previamente enmantecada (o pasando una muy fina capa de aceite) y enharinada, esto es para que no se te queden pegadas, y después, por supuesto, al horno hasta que estén doradas.
Para comer el fatay se rocía con unas gotas de limón y se para cuando no quedan más. ¿No me crees? Preparalas hoy y mañana nos contás.
