Uno de los problemas más recurrentes en nuestra sociedad es el de la mala alimentación y la calidad de nuestros alimentos. Ya sea que trabajes en oficina, comercio o por tu cuenta, el dilema a la hora de comer, siempre y cuando el bolsillo así lo permita, es probablemente el de la falta de tiempo.
Y esta falta de tiempo puede ser también disparador del siguiente problema, la mala selección de nuestros alimentos. Si no hay tiempo, vamos a lo seguro, pan, fiambre, hamburguesa, salchichas, puré instantáneo, todo pre-cocido, y sino, delivery de empanadas, pizza o hamburguesas. Y me refiero a «seguro» por «sin dudas», no por «no tener peligros».
En Argentina, porque no vamos a dedicarnos a los norteamericanos y su fanatismo por el fast food, esta predisposición a las comidas rápidas puede ser causada en parte por la tradición que tenemos de que al momento de elaborar nuestros platos, todos aquellos que consideramos «ricos» llevan «demasiada» preparación y finalmente sólo los preparamos en fechas especiales, o domingos, por supuesto. Las milanesas hechas en casa llevan «demasiada» preparación, preparar salsas para la pasta y esperar a que hierva el agua es eterno, ese plato que en televisión elaboraron tan rápido demoraría semanas. Y estoy dejando de lado las ensaladas y verduras en general porque en ese momento de hambre suprema que ocurre después del trabajo o una jornada larga, nadie acepta una ensalada como propuesta. Digo esto sabiendo que las mujeres lectoras me van a odiar, pero podríamos ponerlo a votación. ¿Ensalada de lechuga, tomate, huevo (aunque puede quedar fuera porque un huevo demora en hervir) y zanahoria, es comida? Si – No. Broma, no se alteren.
La comida rápida no sólo nos ganó nuestros cuerpos, sino que también nos quitó el tiempo. No consideramos preparar una comida si se lleva más de 15 minutos de nuestro valioso tiempo. Y al final, todo eso que las milanesas en bandeja, salsas preelaboradas y hamburguesas nos prometieron se esfumó. No ganamos tiempo, solo nos quitó la paciencia y parte del buen gusto que pudiesemos tener, porque lo que de buen gusto nos queda, lo usamos para pagar fortunas en restaurantes que explotan el recuerdo de la «comida casera» y nos preparan los platos como si la tía Amelia trabajase 8 horas de Martes a Domingo en la cocina de cualquier bistro, que curiosamente en su etimología es de origen ruso y significa «rápido», mas que el «casero» o «tradicional» que nos quieren vender. Y no, de comida francesa no tienen nada.
Por favor, tengan en cuenta que hasta ahora solo hablamos de comidas o alimentos, no del concepto de saludable, porque por supuesto que las milanesas fritas, los bifes de chorizo, y las pastas rellenas poco tienen que ver con lo saludable, ¿ pero cómo incorporar el concepto de saludable cuando solo es una palabra resaltada en el paquete verde de un producto «light»?
Hace poco tiempo una marca de pastas secas comenzó una campaña dirigida principalmente al público joven. Bajo el concepto de rockear la pasta, se muestran milanesas, salteados, huevos incorporados sobre la pasta, todas al ritmo de Deep Purple. Pero quizás lo mas importante de este mensaje, es el de descontracturar, tanto al momento de preparación, como con la preparación misma. Rockear la pasta es volver a ganar ese espacio que siempre fue nuestro, hacerlo disfrutable, antes, durante y después.
Entonces, lo primero que tenemos que hacer es reconsiderar los tiempos que le dedicamos a nuestros alimentos, mejorar nuestros conocimientos de lo que tenemos a nuestra disposición, las diferentes técnicas de cocción y cómo incorporar estas nuevas opciones a nuestras dietas. Planificar e investigar.
Para ganarle la batalla al tiempo, la receta es homeopática, más tiempo. Si aprendemos a disfrutar el tiempo que demanda preparar nuestros alimentos para nosotros y los nuestros, ganamos doblemente, una mejor alimentación y un agasajo en cada preparación.
Y finalmente, ya no será necesario pagar por lo «casero», que siempre nos perteneció. Después de eso, y solo después de eso, podremos hablar de lo que es saludable y lo que no. Por ahora, rock the pasta.
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Foto portada por yenhoo y «Timer» por tom1 en stock.xchng
