La verdad es que del universo de las verduras hay algunas que destacan y son únicas, algunas que son un «ni», y otras que mejor olvidarse. Por supuesto, esto es sólo una cuestión de gustos.
En mi caso sólo quiero destacar un caso que es el que preferiría olvidar: la acelga. Siempre me pareció horrible, el sabor invasivo y fuerte, la textura pegajosa que se queda en el paladar, lo menos. De chico no me gustaba ni en tarta, ni buñuelos, tampoco el sabor que le deja a un puchero, no me gustaba de ninguna manera. Sin embargo, como buen hijo, la comía. De grande por suerte la reemplacé totalmente por la espinaca, y todos felices. Pero bueno, sólo soy yo, no me mates, si te gusta la acelga, te regalo un atado.
Ahora, desde que comenzamos a probar y descubrir los sabores y variedades de las «otras» verduras, es que me encontré con los espárragos. Y sí, era un carnívoro alimentado a base de asados, milanesas y churrascos acompañados de algunas papas en puré, fritas o con mayonesa. ¡Bien variadito! Y debo decir que el sabor de los espárragos es único, delicado, agradable y compatible con tantos otros sabores que no debe haber preparación en la cual no queden bien.
Aprovechando que ya están disponible por todos lados, decidimos hacer algunas recetas fáciles y distintas que nos enseñen a comer más variado y rico. ¡Comencemos!
Mostacholes con espárragos, champignones y pollo
Limpia bien los espárragos, cortales la parte blanca y dura, y sumergilos en agua hirviendo durante 10 minutos. Limpia los champignones y cortalos en laminas, corta el pollo en cubos y los espárragos en trozos. Coloca la pasta en agua hirviendo y cocinalos hasta que estén a punto. Mientras haces los mostacholes coloca una cucharada de aceite de oliva en la sartén y salteá los champignones, luego colocá el pollo y agregá pimienta y sal. Cuando el pollo ya esté dorado agregá los esparragos y saltealo unos minutos mas. Colá la pasta, servila en un plato y agregale el salteado. Delicioso.
Milanesas de papas y espárragos
Esta receta es buenísima, simple e ideal para estos días de calor. Preparás los espárragos como en la receta anterior. Hervís una papas y las haces puré. Batis un huevo (1 huevo por cada 1,5Kgrs de papas) y lo mezclas en un bowl con las papas, los espárragos cortados en trozos pequeños y queso rallado. A la mezcla podés agregarle un poco de harina para que tenga una mejor consistencia. Haces bollitos con la mezcla y con ayuda de un poco de harina las aplastas para formar las milanesas. Luego las pasás por huevo batido y pan rallado. Al pasarlas por el huevo tenes que hacerlo rápido para que no se pegoteen mucho y te cueste pasarlas por el pan rallado. Una vez listas, las freís en abundante aceite o perfectamente las podes preparar con un poquito de aceite en el horno. Para acompañarlas, prepará una ensalada liviana, nosotros elegimos tomate y rúcula. Estas milanesas realmente son riquísimas.
Pizza de espárragos y jamón crudo
Si vas a tener una reunión con amigos y querés destacarte, esta pizza es lo más sabroso que puede haber, y es simple, si tiene jamón crudo y el delicado sabor del espárrago, no hay forma de que a alguien no le guste.
Para preparar la pizza en este caso va una recomendación más, no compres prepizzas, hacé la masa con tus manos, porque lo mejor es prepararla con una masa finita, semi crocante, que destaque los sabores de los ingredientes. Armarla es lo más fácil, preparar los espárragos y si te gusta los salteas con unos champignones frescos, sino sólos funcionan perfectamente. Una vez salteados, colocas la masa, unas fetas de jamón crudo, el salteado y encima lo «finiquitas» con queso parmesano rallado, sólo un poco. Al horno y a disfutar.
Nosotros ya te dimos tres recetas infalibles, ahora te toca a vos prepararlas e incorporar los espárragos a tu menú semanal.