Durante estas tardes de calor hay dos cosas que son infaltables, bebidas frías y algún bocadillo. Después no importa dónde estés, esas dos cosas te solucionan el 90% de tus necesidades. Exagerando un poquito, quizás.
Hace unos días había comprado un trozo de panceta salada y especiada, muy aromática. Muy buen color, con capa de cuero y vetas muy finas de grasa entre la carne. Ideal para comer sola. Entonces surgió la idea de hacer unas brusquetas, pero había un detalle, el aceite de oliva y el ajo iban a ser muy invasivos, la panceta tenia que ser la estrella. Entonces aparecieron los crostinis.
¿Que es un crostini? Algo muy sencillo. Una tostadita. La brusqueta es lo mismo pero le frotas un ajo y lo rocias con aceite de oliva al tostarlo. El crostini es solo el pan tostado, normalmente de baguettes chiquitas.
Así que ahora ya podes preparar tus crostinis (tostadas si querés) de panceta, queso y hojas de apio. No hay receta. Sólo armarlo como en las fotos. Simple. Tostá el pan a tu gusto, de dorado claro o más oscurito, siempre evitando el punto de quemado, que lo arruina totalmente. De la panceta utilizá la parte de la carne, porque sino vas a masticar siete minutos la grasa y después vas a tener que saltar la cena. El queso elegido fué el Fynbo, por ser semiduro, de pasta blanca, similar a un queso cremoso pero más duro y con un poco más de presencia. No queríamos un queso fuerte para que la panceta destacara. Y para terminar, esparcís unas hojas de apio picadas, que le dan mucho aroma, un toque amargo y realzan la presentación.
La bebida queda a tu elección. A probar.