El Sábado nos invitaron a un evento especial que realizaron en La Casa de la Bodega, un restaurante muy agradable de la ciudad de Cipolletti. Organizado por una joven cocinera originaria de Brasil y amiga, la comida no podia fallar.
La feijoada es uno de los platos tradicionales de Brasil y quizás el mas difundido internacionalmente. De preparación similar a nuestros guisos criollos, la feijoada es preparada en base a cerdo, linguiça o chorizo colorado, feijão o poroto negro o colorado, y acompañada con arroz blanco y farofa, la cual es un tipo de harina de mandioca salteada en manteca con cebolla y algunas veces panceta, lo que realmente la hace muy sabrosa. Adicionalmente se colocan unas rodajas de naranja, las cuales quedan a criterio de cada uno y pueden ser o no mezcladas en el plato. Algunos solo las comen como final del plato para ayudar a la digestión, aunque se dice que la tradición de las naranjas es debida a que cuando los esclavos comían estos platos, la naranja proveía la vitamina C necesaria para prevenir el escorbuto. En estos días de alimentación saludable, se relaciona el consumo de la naranja a la ayuda que brinda la vitamina C en la absorción del hierro que contiene este plato. Lamentablemente no creo que esto estuviera presente en los pensamientos de un esclavo de fazenda brasileño allá por el 1800.
En esta ocasión el preparado de feijão, linguiça y carne fue presentado en un caldero que lo mantuvo a la temperatura justa, te lo servias en una vasija de barro, le agregabas arroz, farofa y ¡a la mesa!
La feijoada puede ser acompañada perfectamente con cerveza, aunque al tratarse de un plato caliente algunos pueden preferir vino. Tengo la suerte de que mis amigos brasileiros tengan la misma preferencia, así que todos felices con un par de Warsteiner bien frías.
Al igual que en los hogares del Brasil, una vez que terminabas tu plato, si todavia estabas vivo podias servirte nuevamente. Por suerte opté por reservarme y pude comer un delicioso Pudim de Leite, similar a nuestro flan casero, el cual podia ser reemplazado por una mousse de chocolate que también probé y estaba perfecta.
Como en todo este tipo de experiencias culinarias, el lugar y la compañía son primordiales, y el ambiente cálido que tiene este pequeño restaurante es el ideal para reunirse con amigos y disfrutar de un almuerzo distinto. La Casa de la Bodega es una casa antigua tipica valletana, frente a las vias del ferrocarril, reformada para recibirte como si fueses a la casa de un pariente querido. Sólo abren de Miércoles a Domingo y se dedican a la comida tradicional, para que te sientas realmente en familia. Junto a María Isabel Campos, oriunda de Brasil y recientemente egresada de la Escuela de Cocineros Patagónicos, organizaron esta jornada especial de comida brasileña que planean realizar nuevamente.
Espero volver a repetirlo y dar nuevamente un paseo por los aromas y sabores del Brasil que mis amigos aman.
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